Apreciados amigos de la astronomía
Sabemos que salud y educación son los dos sectores más vulnerables de la economía: en consecuencia, frente a la emergencia social que se ha creado desde el sector de la salud y que amenaza desestabilizar presupuestalmente el frágil sistema educativo, me pregunto cómo avanzar en las metas de la cultura y de la educación que se proponen nuestros candidatos presidenciales, tanto los de la derecha o de la izquierda, como los candidatos de centro.
Cuando el país ha mantenido una política económica sobresaliente gracias al acierto en el manejo monetario, fiscal y tributario, ahora que el Estado debe enfrentar la hecatombe financiera de un sistema de salud cuya componente de beneficiarios aportantes no creció para cubrir la creciente dinámica de su componente de beneficiarios subsidiados, nos preguntamos por el impacto de las medidas en el sector de la educación: sin duda alguna, la financiación de la cultura en todo y de la educación pública del nivel superior, serán las grandes sacrificadas.
Pero lo más grave surge de que por la magnitud del problema presupuestal del sector salud que ha conducido a esta emergencia social, es muy probable que su necesaria atención afecte el equilibrio económico alcanzado hasta que, en meses el legislativo y el nuevo gobierno se ocupen de los aspectos estructurales del asunto, y por lo tanto que entre tanto se dificulte la función reguladora y estabilizadora de la política económica, restándole posibilidades al necesario protagonismo del Estado para acompañar a la sociedad civil en el logro de objetivos fundamentales mínimos en ciencia y tecnología, tan necesarios para retomar el camino del desarrollo social y económico.
Desde el OAM, Gonzalo Duque-Escobar
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