lunes, 10 de enero de 2011
LA CIUDAD REGIÓN DEL TRIÁNGULO DEL CAFÉ
Imagen: Ecorregión Eje Cafetero. Fuente: http://www.sirideec.org.co
Por Gonzalo Duque Escobar *
A continuación, un perfil de las capitales del Eje Cafetero, una región mediterránea del centro occidente colombiano cuyo poblamiento se debe al impacto de los ferrocarriles cafeteros de la década de 1920, y cuya oferta cultural y del variado medio tropical andino contrastan con una problemática socioambiental que expresa la crisis del café -su principal producto y base de la economía por cerca de una centuria-, una dificultad exacerbada por la ruptura del pacto cafetero y sacudida por la apertura económica.
Hoy las capitales del Eje Cafetero que han tomado vocación económica en diferentes renglones que se complementan y cuyo futuro impone consolidar sus perfiles para integrarse, cuentan con un origen común como herederas de una cultura imbricada en la “antioqueñidad” y la “caucanidad”, donde se conjugan de un lado las profundas huellas de los empresarios y laboriosos colonos de la colonización antioqueña, y del otro el aporte del caucano como hombre de mentalidad abierta y natural promotor del comercio.
Armenia
En la zona meridional de la conurbación, aparece “La Cuidad Milagro” construida sobre suelos ondulados, de piso templado bañado por el río Quindío y vestido de frondosos guaduales, ciudad poblada por gente amable cuyo empuje logró emergerla victoriosa tras el terremoto de 1999. Armenia está dotada de lugares de interés como el emblemático Museo Quimbaya y otros a los que se llega por varias rutas que transitan entre barrios y espacios verdes como el Parque de la Vida, uno de los atractivos ambientales más importantes de la ecorregión cafetera, para llevar al viajero hacia el Parque del Café en Montenegro y Panaca en Quimbaya, los dos parques temáticos más importantes del país, o hacia el Valle de Cocora en Salento o al Museo de la Guadua y el Bambú en Córdoba. Esta urbe, la que mejor simboliza la cultura de la rubiácea como principal eje motriz de su sector primario al lado del plátano, suma hoy a su actividad productiva la dinámica de un desarrollo que avanza certeramente encontrando sinergias en el sector servicios, como las obtenidas de la afortunada integración del potencial del Quindío para el turismo, con las que ha logrado forjar el segundo destino de Colombia gracias al desarrollo de su infraestructura y a los atributos naturales, paisajísticos y culturales de la preciosa tierra de la “Palma de Cera”. Por esta razón en cada aniversario de la centenaria urbe, se celebra el Reinado de la Chapolera, y en esta fiesta y demás jolgorios de la vecindad, se contempla el tradicional Desfile del “yipao”, aunque en lo cultural se pueden señalar otros eventos de la ciudad cuyo enfoque también apunta a fortalecer la vocación turística, como son el Concurso Nacional de Duetos Hermanos Moncada y el Salón de Artistas Quindianos, los que se añaden a las programaciones de la Fiesta Nacional del Café en Calarcá y el concurso de Velas y Faroles en Quimbaya.
Manizales
Con su arquitectura ecléctica y conocida como “La Perla del Ruiz”, con su belleza y garbo de sus hijos, Manizales, aparece sobre un ramal cordillerano desde donde se observa una diversidad de paisajes: páramos y nieves perpetuas, bosques de niebla, fincas cafeteras y cañaverales sobre la margen del Cauca. Si bien la economía de ésta la más septentrional de las capitales se había diversificado gracias al temprano establecimiento de una industria, que tras la apertura económica se ha contraído, aún quedan plantas de café soluble, calzado, alimentos, bebidas y metalmecánica, entre otras, y la firme convicción de recuperar la actividad. Y al lado de esta producción manufactura también se proclama hoy una ciudad universitaria y eje del conocimiento, así esa vocación apenas en proyecto no encuentre eco en una planeación prospectiva con inversiones y articulaciones sectoriales. Y para hacer mérito al carácter cultural que se evoca por lo del pasado siglo y del que dan cuenta actividades que se sostienen con eventos de nivel internacional como La Feria de Manizales con más de medio siglo, y ahora Patrimonio de la Nación por su Temporada Taurina y magníficos Conciertos, Exposiciones y Desfiles, quedan retos como el de establecer procesos culturales de soporte similares a los de las exitosas orquestas y bandas con sus semilleros, necesarios para anclar el Festival Internacional de Teatro de Manizales que en su trigésima segunda edición colma plazas, vías y recintos, y el Festival de Jazz que con cerca de una década de vida busca quebrantar un medio a veces premoderno. Pero al lado de esta dificultad sus universidades, dos con origen en el proyecto de Universidad Popular de 1943, le imprimen a la capital caldense aires modernos con sus 7 programas de Doctorado y complejos laboratorios que suman ventaja al lado del Centro Nacional de Investigaciones del Café y del Centro Regional de Estudios Cafeteros.
Pereira
Y en el centro del escenario conurbado cuando el paisaje abrupto se suaviza, aparece la “trasnochadora, querendona y morena” Pereira, la ciudad más poblada del Eje cafetero, cuya ventaja obtenida de su posición de privilegio la convierte en el centro comercial de la región, gracias también al carácter abierto de su emprendedora sociedad. Esta capital construida sobre el abanico aluvial del Otún donde el medio natural exhibe en su variada cobertura vegetal una de las biodiversidades más ricas de la nación, es un medio urbano dinámico que se dispone sobre un escenario tejido por el Megabús y que se articula por el norte con el Viaducto César Gaviria a Dosquebradas. Al recorrer el visitante que llega a la metrópoli, podrá descubrir los encantos de Ciudad Victoria, del Museo de Arte Moderno y del Zoológico Matecaña, cuando no la Plaza de Bolívar y el emblemático Parque El Lago si transita por el centro. Cuenta la pujante capital risaraldense con un comercio donde sobresalen los mercados de grandes superficies y centros comerciales. A esa economía se suman la industria de confecciones y alimentos que se extiende a Dosquebradas, y una agroindustria variada cuyos principales productos incluyen Café, Plátano, Cítricos, Piña y Flores tropicales. Igualmente, la oferta de servicios de la “Perla del Otún” comprende múltiples actividades para atraer clientes, y una oferta de variadas rutas turísticas y programas complementarios que convierten a Pereira en un verdadero territorio de oportunidades, para las cuales el equipamiento urbano cuenta con el Abadía Plaza: el primer hotel del Eje Cafetero con Cinco estrellas, y Expofuturo el más moderno centro de exposiciones y convenciones de la región ubicado en inmediaciones de la Villa Olímpica.
El Desafío
Si bien cada ciudad independientemente considera legítima su actividad polifacética, el riesgo de palidecer surge de poner a competir sus economías. Y para no palidecer frente a las acciones metropolitanas que se avecinan desde Cali y Medellín, además de priorizar la acción del Estado en la formación de capital social frente al crecimiento económico, las tres capitales deben sacar ventaja como ciudad región gracias a la complementariedad de sus economías, a su tamaño relativamente similar y a la creciente conectividad y movilidad interna. No obstante, para lograrlo falta consolidar las áreas metropolitanas en Manizales y Armenia, y sobre todo emprender una reconversión de su industria y agroindustria, además de resolver la condición mediterránea de la conurbación, primero con los corredores viales para los mercados internos, segundo encontrando una salida al mar más expedita, y tercero materializando un aeropuerto para sacar productos de alto valor agregado y a bajo costo hasta los mercados lejanos.
Manizales, 28-12-2010
*Profesor de la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales.
http://galeon.com/gonzaloduquee
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