La violencia en Colombia
Por: Claudia Torres Arango*
Alarmante panorama en Colombia, que ocupa el
puesto siete de los territorios más violentos del mundo y el tercero en América
Latina, por la situación de conflicto debido al continuo riesgo al que se
enfrentan los líderes sociales según el informe del Proyecto de Datos de
Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED), sobre las regiones más
peligrosas y violentas del mundo, actualizado a julio de 2024 y en el cual
también se evaluaron varios indicadores claves, como la letalidad, la extensión
del conflicto, el peligro para los civiles, y la fragmentación de los grupos
armados en disputa.
En 2023 en Colombia fueron asesinados 181
líderes sociales y defensores de derechos humanos, y desde 2018 hasta
mediados de 2024 se reportaron 381 casos de violencia contra estos líderes,
seguidos por ataques a grupos indígenas y afrocolombianos con 362 casos, y a
campesinos con 251 eventos reportados. Estos datos evidencian cómo la violencia
sigue afectando desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables,
perpetuando un ciclo de inseguridad y marginalización en diversas regiones del
país, por una crisis que se centra en problemas internos profundamente
arraigados, como el conflicto por el control de territorios, la protección de
comunidades vulnerables, y la lucha por el poder entre grupos armados.
Al hablar de violencia, aunque estrictamente
el concepto tiene una triple dimensión: directa, estructural y cultural ya
que de surgir estas tres dimensiones la situación como afrenta evitable se
asocia a las necesidades humanas, para el caso colombiano resulta necesario
considerar otros elementos fundamentales asociados, como lo son
el conflicto armado, la justicia transicional y el posconflicto, aunque
estos temas requieren un tratamiento que, dada su importancia y complejidad,
escapan al alcance de estas notas.
Entonces, si el conflicto sigue siendo un
problema endémico, incluso en medio de los procesos de paz, ¿qué se puede
hacer? Sabemos que la categorización de Colombia como país en nivel de riesgo
“extremo” impone grandes desafíos internos que van más allá de las iniciativas
gubernamentales para reducir las tensiones, dado que las soluciones pasan por
la compleja dinámica de los conflictos armados que aún persisten a pesar de los
esfuerzos internacionales y nacionales para promover La Paz, aunque en el fondo
las causas históricas de la violencia se relacionan con la falta de
participación política, inequidad, falta de acceso a la tierra, son muchas las
razones que explican el surgimiento de la violencia política en Colombia
Tanto el ELN como las FARC y en general todos
los grupos guerrilleros, encontraron las condiciones necesarias para justificar
su surgimiento en el conflicto vivido en Colombia en la primera mitad del Siglo
XX en una etapa previa de enfrentamiento partidista entre conservadores y
liberales. De esta etapa surge el Frente Nacional como solución política que
ofreció la alianza de los dos partidos, al tiempo que se consolidó como una
seria amenaza para la participación política, y en general para el mismo
ejercicio democrático, y más adelante aparecerá el narcotráfico no sólo como
combustible para las guerrillas y para el conflicto armado, sino como factor
detonante del surgimiento de otro tipo de organizaciones armadas al margen de la
ley.
El conflicto ha dejado más de 8 millones de
víctimas de las cuales el 88% son desplazados: por ejemplo, desde 1990 hasta
2010 la mayor causa de los desplazamientos fueron las masacres, los combates,
los asesinatos selectivos de líderes comunitarios y las presiones de las
extorsiones de los grupos armados. Aunque en los últimos años las masacres y
los índices de desplazamiento han disminuido, las familias y personas continúan
desplazándose a causa de amenazas, secuestros, incursiones armadas, violencia
sexual, campañas de “limpieza social” (asesinatos a micro-expendedores de
droga, a jóvenes consumidores, a trabajadoras sexuales, etc.), asesinatos
selectivos, persecución a líderes y lideresas comunitarias y extorsiones de
nuevos grupos armados.
Desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016
hasta abril de 2017 son 34 los defensores asesinados (10 mujeres), lo que
representa un aumento sustancial de los asesinatos. Además, si entre los años
1996 y 2007 la mayor causa de los desplazamientos fueron las masacres, los
combates, los asesinatos selectivos de líderes comunitarios y las presiones de
las extorsiones de los grupos armados, el informe de la Unidad de Víctimas
(RUV) del Gobierno (2017) da cuenta de 8.349.484 de fallecidos por la
beligerancia entre agosto de 1986 y julio de 2016 y de 7.210.949 desplazados, y
según la Comisión de la Verdad en Colombia los homicidios registrados producto
del conflicto armado interno entre 1985 y 2018 llegaron a 450.664.
Colombia ha pasado de ser un país de clase
media a pobre, donde la erradicación de la pobreza se constituye en un
requisito indispensable, en una perspectiva más amplia, obliga a considerar el
panorama del país, donde cerca del 42% de la población padece hambre y el 14%
está en la pobreza extrema; no podemos olvidar que los Objetivos de Desarrollo
Sostenible incluyen puntos como resolver el problema del hambre buscando además
de la seguridad alimentaria, garantizar el acceso a una vida sana, educación de
calidad e igualdad de género, el acceso al agua y la energía, el crecimiento
económico sostenido, la adaptación al cambio climático, además de promover la
paz y el acceso a la justicia.
En consecuencia, reconociendo que en
Colombia la ola de violencia armada contra líderes y lideresas sociales,
campesinos e indígenas no cesa, además de reconocer la importancia de
implementar instrumentos para garantizar entornos seguros y libres de violencia
para el trabajo de las personas, asociaciones, organizaciones o grupos que
promuevan la protección del ambiente, y para garantizar los derechos de las
personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales y fortalecer la
gobernanza ambiental, se deben trazar políticas públicas que fortalezcan
la institucionalidad para mejorar la gobernanza en asuntos públicos, para reducir
las amenazas y asesinatos que enfrentan los defensores de los derechos humanos
y ambientales.
* Administradora de Empresas de la
Universidad Nacional de Colombia, Profesora del Contexto en CTS de la UN
de Colombia y Socia de la SMP de Manizales. Manizales, septiembre 15 de 2024.
…
FUENTES BIBLIOGRÈFICAS:
50
años de conflicto armado. Por: Alfredo Molano Bravo. Fuente: Elespectador.com
Jun, Jul y Ag 2014; In: Blog SMP Manizales.
Colombia: una
cronología de la violencia. Mario Andrès Morato; Cuaderno de Estudios Latinoamericanos,
2008
Del
Acuerdo de Escazú a la Agenda 2030. Duque Escobar, Gonzalo (2022) Contexto de C&T de la U.N. de
Colombia.
El
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Defensa de España, 2005.
El
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Javeriana, 2012.
Líderes asesinados
en Colombia. Por Gonzalo Duque Escobar, Manizales, agosto 14 de 2023.
Polarización
política y violencia durante “la violencia”; 1946-1963. ∗ Mario Chacón y Fabio Sánchez, Universidad De Los Andes,
2003.
Verdad, dignidad y
sostenibilidad en Colombia. Por Gonzalo Duque Escobar. U.N. de Colombia; Manizales, 4 de julio de 2022.
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