martes, 26 de junio de 2018

Semblanza del Socio José Clareth Bonilla Cadavid...*



Por Claudia Torres Arango **

En Quinchía, una hermosa población de mineros y agricultores enclavada en medio de colinas, nace José Clareth Bonilla Cadavid, quien siendo niño es llevado para Anserma a donde se traslada su familia, durante una lluviosa noche, por los avatares de la violencia que ha marcado a Colombia. Allí recibe sus primeras letras, para luego educarse ingresando en primera instancia al  seminario, donde se empieza a forjar la formación intelectual, aunque para este muchacho inquieto no es la vida religiosa que deseaba su madre, lo que habrá de caracterizar su existencia, dado que posteriormente ingresa al  Colegio de Occidente de Anserma, donde pese a su juventud se alimenta su inquieto espíritu intelectual, logrando poner los primeros cimientos de su inquebrantable vocación de gestor cultural, pensador y maestro.

Es clara la impronta que dejaron en él su padre como hombre trabajador, y en especial su madre como mujer devota y de recio carácter, quien lo encomienda al Santo catalán Antonio María Clareth. Y así como el Santo funda la orden de los misioneros Claretianos, también José será miembro fundador del grupo generacional “La Reja en el aire”, conformado en tiempos de los Beatles, de Gonzalo Arango y del Che Guevara, no para tratar sobre catequesis, sino sobre filosofía, bioética, poesía, y civismo, en los que plasma su pensamiento liberal, vanguardista y ético como parte fundamental y coherente entre ideología y acción. Sobre esto, volveré más adelante.

Este licenciado en Biología y Química de la Universidad de Caldas, luego Magister en Filosofía Contemporánea de la Universidad Nacional de Bogotá, y por lo tanto alumno de Guillermo Hoyos, Rubén Sierra y  Danilo Cruz, y posteriormente Especialista en Gerencia de Talento Humano de la Universidad de Manizales, quien se ha desempeñado desde sus inicios como docente en colegios y luego en universidades, fue también Jefe de Planeación del Seguro Social, entidad en la que dejó su impronta no sólo consolidando la infraestructura de la clínica en Manizales, sino también desde lo humano con sus superiores jerárquicos, colaboradores y subalternos, de quienes logró respeto y cariño.

Dentro de su obra escrita se tienen: artículos de revistas y poemas, crónicas publicadas en el periódico La Patria, y ensayos filosóficos y sobre temáticas socio-ambientales para revistas universitarias e institucionales. Entre sus libros publicados se encuentran: Fronteras de la epistemología (ensayos filosóficos, 2000), Huellas de tierra y olvido (relatos y cuentos, 2001); La reja en el aire (poemas, 1999), Xiloloquios (escultura, tallas y poemas, 2003); Progredere periódicos murales, Metáfora de un grupo cultural en Anserma (ensayos, 2005), Los niños en el país de la sonrisa (Cuentos infantiles, 2007). Coautor del libro “Cien Años de Construcción de Civilidad”, (2012). El ser y la ciudad para la vida (2016), Deshumanización en la Atención en Salud un Reto de la Bioética (2016), La Crisis de la Educación Colombiana un modelo anacrónico (2017), La vida florece en cada amanecer (poemas 2017) De la reflexión a la acción-Civismo Activo (2018), Mayo  del 68  o el eco de una revolución (2018).

Actualmente es Miembro del Colectivo Subámonos al Bus del POT y Socio de la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales, institución en la cual ha ocupado los cargos de Primer Vicepresidente (2012 y 2015), Segundo Vicepresidente (2011).

José Clareth ha recibido los siguientes reconocimientos: en 1986 fue distinguido con el primer lugar en el concurso Nacional de Cuento Organizado por El Instituto de Seguros Sociales con el Cuento: “Los niños en el país de la sonrisa”, y con el tercer puesto en poesía con el poema “Sueño de libertad”. En 2001 en el  Primer Concurso de Poesía de Pensionados y Jubilados del Instituto de Seguros Sociales a nivel Nacional, ocupó el segundo puesto con el texto “Sinfonía de la tarde”.

Recibió de la Alcaldía de Anserma la Gran Orden Ciudad de Anserma-A los mejores en 2001, exaltando su labor, esfuerzo, dedicación, aportes y logros como ciudadano, actuando de forma ininterrumpida en beneficio de la comunidad, tanto urbana como rural de dicha comarca, razón por la cual también fue nominado para la misma distinción en 2002, y honrado con dicha condecoración en 2003 y 2005. Similarmente, fue condecorado en el año 2005 como Egresado Destacado del Colegio de Occidente, y en 2009 recibió reconocimiento por parte del Municipio de Anserma y del Centro Cultural y Biblioteca Pública de Anserma.

En el año 2013 fue condecorado por la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales como Socio del año, institución de la cual ha sido miembro activo, y donde hace parte del Consejo de Redacción de la Revista CIVISMO, órgano informativo de la Benemérita para la cual escribe sus artículos rotulándolos desde los Senderos del “Civismo Activo”. Quienes allí lo acompañamos, estamos esperando sus memorias, tituladas: “Siguiendo el rastro del poema, por los senderos de la Civilidad”.

En el año 2005 fue elegido como Representante de los Egresados del Consejo Superior de la universidad de Caldas, y bajo su representación se formuló la primera política de Egresados de la Universidad de Caldas y se crearon, además de la sala Humberto Gallego Gamboa, la Orden Humberto Gallego Gamboa que se entrega a egresados que se destaquen por sus calidades académicas, profesionales y por sus aportes valiosos a la sociedad; igualmente, José Clareth gestionó la Casa donde funciona actualmente el Centro de Egresados de la misma universidad, lugar donde los beneficiados sembraron un Guayacan amarillo en reconocimiento suyo, haciendo gala de su pensamiento ambiental.

Este “artesano de la madera y la palabra”, como el mismo se define, ha trabajado en su taller XILOLOQUIOS durante los últimos 20 años, y estableciendo un diálogo con la madera, cuyo fruto ha sido la materialización de cerca de un centenar de obras que en su mayoría hacen parte de colecciones particulares y de su colección personal. Su obra monumental, donada a la Biblioteca Pública “Roberto y Arturo Restrepo” de Anserma, e instalada en el segundo piso el performance, consistente en un poema titulado “No más basta ya”: se trata de una talla concebida como metáfora de la Barbarie. Hace parte también de esta obra, un poema a la “Mujer” tallado en madera, y una talla de una Mujer desnuda y de espaldas que camina por la playa. En el Primer piso, se encuentra “Un Señor muy viejo con unas alas enormes”, concebido como una metáfora al cuento de nuestro Novel de la Literatura Gabriel García Márquez y en homenaje al cuento del Nobel escritor, intitulado “Un señor muy viejo con unas alas enormes”.

Retomando “La Reja”, allí concibió y dirigió un periódico local con dicho nombre, para que como jóvenes, sus miembros pudieran expresar su rebeldía a la violencia y a la exacerbación religiosa del municipio, por medio de la poesía y la actividad cultural. Del grupo, del cual participaron: William Ramírez, Augusto León Restrepo, Jaime Ramírez Rojas, Darío Usma, Guillermo Navarro, Augusto Marín, Jorge Iván Ramírez, Gustavo Loaiza, Guillermo Navarro, Herman Lema, Jhon Cañaveral, y Edgardo Escobar, además de José Clareth Bonilla... dice Alfredo Cardona Tobón en un artículo del Diario de Pereira, publicado el 15 de enero de 2012, al referirse a Anserma y la Reja en el Aire:

La muchachada piernipeluda  rodeada por  maitines y rosarios ya no resistía una salve más; estaba saturada de letanías. Y como  ocurre con las dictaduras y las imposiciones extremistas, surgió la protesta y la revolución, encarnada esta vez, por un grupo burlón, irreverente, sin ánimo político y muchas pretensiones poéticas que empezó a romper el hechizo del padre Zuluaga.

Así es José Clareth: el librepensador apasionado, irreverente, comprometido, romántico, visionario, que trajo a la Sociedad de Mejoras Públicas el viento fresco de nuevos términos, como “de la reflexión a la acción” y el “civismo activo”, o ideas como “el civismo y el ser”, el “arte para la vida” o “educación por el arte”, empleando en su pedagogía esa mezcla entre la ética y la estética, posible de ser concebida desde su alma de poeta.

Dice Bonilla Cadavid "que su esperanza está en un mundo mejor, más tolerante, más incluyente, más respetuoso del otro. Un sujeto erigido que ejerza la solidaridad y sea capaz de construir un mundo más humano, y que tenga como principio el disfrute de un mundo de la vida ética y estéticamente". ¿Es esto una utopia? Tomás Moro da este nombre a una isla y a la comunidad ficticia que la habita, cuya organización política, económica y cultural contrasta en numerosos aspectos con la sociedad inglesa de la época.

La coherencia que pregona José Clareth, cuando pregunta "¿Para qué nos sirve la formación de profesionales, carentes  de un sentido ético y estético de la vida? Hoy se requiere la formación de un hombre diferente; de un ser humano de excelencia, responsable, independiente, crítico y creativo; de un ser capaz de identificar problemas y de buscar alternativas de solución; de ciudadanos comprometidos con su comunidad". Con todo esto José Clareth, a pesar de sus quebrantos de salud, reflexionando y proponiendo una sociedad mejor, le da grandes retos a esta Institución fundada en 1912.

La SMP da las gracias a Luz su esposa, a sus hijas Margarita María y Norma Lucía, a sus nietas Mariana, Valentina y Manuela, que son la vida y el motor de José Clareth, y a sus yernos. Felicitaciones por una vida de servicio.


**Socia de la SMP de Manizales
Manizales, 25 de Junio  de 2018.


* Texto leído en el homenaje que hace la SMP de Manizales, al Socio José Clareth Bonilla, en Asamblea General celebrada en el Auditorio José Restrepo Restrepo el 25 de Junio de 2018, en el marco de los 106 años de la SMP de Manizales.

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