lunes, 24 de junio de 2019

TECHOS VERDES, PARA CONTRARRESTAR LAS ISLAS DE CALOR

Fuente: De Arkitectura

Por: Claudia Torres Arango*

La Comisión de Medio Ambiente de la ONU definió el concepto de desarrollo sustentable, como “un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades”.

Se involucran acá las necesidades, en particular las de los más pobres del mundo, a las que se les debe dar prioridad; y las limitaciones impuestas por el estado de la tecnología, la organización social, y la capacidad del medio ambiente de satisfacer las necesidades presentes y futuras. El concepto en su visión multidimensional, incluye lo social, lo económico y lo ambiental.

Cómo lograr un equilibrio que haga las ciudades, económicamente viables, socialmente equitativas y ambientalmente vivibles, cuando la polución atmosférica, la crisis energética, las sucesivas temporadas de sequía e inundaciones, la pérdida de la biodiversidad y el incremento de los efectos de la isla de calor, son en gran parte consecuencia de la pérdida y destrucción de espacios verdes, por el acelerado crecimiento de las áreas urbanas y las demandas de una sociedad centrada en el consumo.

La isla de calor

Es el incremento térmico que se da en las ciudades, causado por la inmensa mole de hormigón y demás elementos del hábitat absorbentes de calor. En el centro urbano, donde los edificios y el asfalto lentamente desprenden por la noche el calor acumulado durante el día, se eleva la temperatura por factores como  edificaciones, falta de espacios verdes, gases contaminantes y consumos energéticos. Se ha observado que el fenómeno de la “isla de calor” aumenta con el tamaño de la ciudad,  por ser directamente proporcional al tamaño de la mancha urbana.

Según Wikipedia, en este fenómeno de invernadero local de las zonas urbanas, los gases se encierran en un solo lugar provocando una cápsula de gases que absorbe calor del sol, donde contribuye el “efecto de cañón” por los edificios altos que con sus múltiples reflexiones horizontales de la radiación, incrementan la probabilidad de que la energía permanezca en el suelo como resultado de la falta de zonas verdes y la canalización de las quebradas y ríos, fenómenos que a su vez reducen la posibilidad de transformar la energía solar en fotosíntesis o la evaporación del agua. Y agrega dicha fuente, que otro tanto se debe a la actividad industrial y doméstica, puesto que los sistemas de refrigeración generan un calor extra que eleva la temperatura, ocasionándose un círculo vicioso; así, la temperatura superior en las ciudades puede incrementarse hasta 4°C, respecto al medio natural circundante.

Continúa Wikipedia anotando que, aunque los gases y el calor de esa cápsula podrían romperse con vientos superiores a los 20 km/h, la barrera impuesta por los numerosos edificios de gran altura lo impide, situación que también se da en las ciudades localizadas en valles rodeados de montañas. Otro factor que contribuye a formar la “isla de calor”, es el albedo urbano (capacidad de reflejar en mayor o menor medida la radiación solar), fenómeno que se explica por la mayor absorción de las superficies urbanas claras, respecto a la de las zonas oscuras del hábitat: una calle asfaltada alcanza una temperatura mayor que una vía de cemento.

Dado lo anterior, La Organización Mundial de la Salud OMS señala la importancia de las zonas verdes en la ciudad para mantener una buena calidad de vida; es decir, la mayor proporción de plazas, jardines, parques o bosques urbanos en la cobertura del hábitat, son factor fundamental para el medio ambiente y la biodiversidad en los ecosistemas urbanos, que al constituirse además en espacios para el ocio y el esparcimiento, deben ser tenidos en cuenta en el ordenamiento territorial, y valorase el parámetro que lo mide como símbolo de un ambiente de ciudad equilibrada, donde las estructuras urbanas se amortiguan con espacios naturales. Considera la OMS, que estas zonas imprescindibles para el bienestar físico y emocional, que contribuyen a evitar el deterioro urbanístico haciendo la ciudad más habitable y saludable, deben alcanzar entre 10 a 15 m2 por habitante y quedar distribuidas equitativamente en el medio urbano de acuerdo a la densidad de la población.

Los techos verdes

Un metro cuadrado de techo verde:
·         Captura el 10% del material particulado de un carro.
·         Retiene 50 litros de agua lluvia en un año.
·         Compensa 20% de la huella de carbono de una persona.
·         Produce el oxígeno requerido por un ser humano.

Techos verdes para rescatar la ciudad. El Espectador, domingo 19 de octubre de 2014. Pág. 50.

Una de las iniciativas para contrarrestar los efectos nocivos descritos es la implementación del sistema de “techos verdes”, cuya importancia conoció el hombre desde la antigüedad intentando controlar las condiciones medio ambientales extremas, razón por la cual en lugares como Noruega, Suecia e Islandia utilizaron esta tecnología, para regular la temperatura en sus viviendas.

También son famosos los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo antiguo, obra de Nabucodonosor II construida hacia el año 600 A. C., para su esposa Amytis, hija del rey de lo medos, regalo que le demostraba su amor para recordarle las hermosas montañas de su tierra, tan diferentes de las grandes llanuras de Babilonia.

Ahora se consideran no sólo los “techos verdes”, sino también las paredes verdes, pero no referidas al color, sino a unverdadero cambio tecnológico con una función ecológica, consistente en utilizar los techos para mejorar el hábitat o ahorrar el consumo de energía en los medios urbanos. Además, se incluyen dentro de este concepto otras tecnologías "verdes", tales como paneles solares fotovoltaicos. Otros nombres para los “techos verdes” son techos vivientes y techos ecológicos.

Estudios realizados por los investigadores de la Universidad de Toronto indican que para los países con estaciones, los “techos verdes” pueden reducir la pérdida de calor de las viviendas y atenuar el consumo de energía en invierno.

Según la Guía de Techos Verdes de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, los “techos verdes” son un sistema de construcción de varias capas, “que permite mantener de manera sostenible un paisaje vegetal sobre la cubierta de un inmueble”, realizado a base de cierta vegetación montada sobre membranas impermeables, que requiere: un inmueble a intervenir, vegetación, un medio de crecimiento y tener en cuenta factores climáticos y ambientales. Dicho sistema debe desempeñar seis funciones básicas: estanqueidad, drenaje, capacidad de retención de agua, consistencia, nutrición y filtración;

Además, los “techos verdes” se clasifican como intensivos y extensivos, según el grado de mantenimiento que requieran. Los intensivos, formados por un sistema multicapas, requieren el mantenimiento propio de un jardín tradicional (riego diario, podado de las plantas, etc.), son techos muy pesados, que no pueden construirse sobre cualquier estructura sin un estudio previo de la misma. Se trata de espacios transitables a los que se les puede dar el uso de un jardín o parque. Los extensivos, requieren un nivel de mantenimiento mínimo, utilizan sistemas muchos más livianos y son aptos para construir sobre techos de poca resistencia. 




Imagen: Cubierta verde en: http://balboplant.blogspot.com


Los “techos verdes” se pueden usar para:

·         Cultivar frutas, verduras y flores
·         Mejorar la climatización del edificio
·         Prolongar la vida del techo
·         Reducir el riesgo de inundaciones
·         Filtrar contaminantes y CO2
·         Actuar como barrera acústica
·         Filtrar contaminantes y metales pesados del agua de lluvia
·         Proteger la biodiversidad de zonas urbanas

Dado que los techos y paredes verdes permiten cultivos de frutas y verduras, no solo se convierten en una posibilidad para aquellos que apuestan por el consumo de alimentos orgánicos, sino también en alternativa económica para las personas de los barrios populares, en el marco de  las políticas de seguridad alimentaria.

Los “techos verdes” tratan de replicar lo que la naturaleza hace con las cuberturas de bosques. Los bosques regulan las escorrentías al retener las aguas lluvias, facilitando su infiltración; además descargan las nubes mediante mecanismos de condensación del vapor de agua;  proveen humedad a las masas de aire seco e igualmente se constituyen en una superficie oscura que modifica la rata de irradiación respecto a las superficies urbanas, capturan CO2  y atrapan partículas en suspensión de las masas de aire contaminadas.

Finalmente en el ámbito de las ciudades sostenibles, los “techos verdes”  además  de  representar una tendencia en la planeación de la construcción urbana, empiezan a ser parte importante de las soluciones ambientales para enfrentar el cambio climático, puesto que se trata de una fusión de los procesos naturales con las estructuras construidas por el hombre. Esta tecnología es un recurso importante para contribuir a una mejor calidad de vida de las actuales y futuras generaciones.


Referencias:

·         Construcciones Sustentables: Techos Verdes. Hasbun, Maryam. Fagundes, Bruna. Shuster, Nadia. Introducción a la Investigación. En: http://sistemamid.com/ 
·         Desarrollo sustentable. En: http://www.desarrollosustentable.co
·         Funciones de los árboles en el ambiente urbano. En: http://www.ambiente-ecologico.com
·         http://www.unicach.edu.mx
·         Isla de calor. En: http://es.wikipedia.org
·         Techo verde. En: http://es.wikipedia.org/
·         Techos verdes por habitante. En: http://Superficiedezonasverdesurbanasporhabitante1.pdf
·         Techos verdes. En: http://ambientebogota.gov.co
·         Techos verdes. En: http://www.planur-e.es


* Catedrática Universidad Nacional de Colombia, en los Contextos de Astronomía y de CT&S, y Socia de la SMP de Manizales.
Artículo para la Revista Civismo 461 de la SMP de Manizales.
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