Por Claudia Torres Arango
La historia de la humanidad pueden dividirse en varias etapa, ya en el siglo IV a. de C. El historiador griego Tucídides (Atenas, hacia el 460 a. de C.), narra los acontecimientos con imparcialidad, excluye las intervenciones sobrenaturales y se basa en fuentes escritas, comparaciones etnográficas, tradiciones, restos arqueológicos, entre otros, Tito Lucrecio Caro (Campania ? 95 a. de C-52 a. de C) poeta latino en su libro De rerum natura (De la naturaleza de las cosas) habló de una edad, en la que el hombre usó instrumentos de piedra y madera a la que siguió una Edad de Bronce y luego una de Hierro.
El monje alemán Cellarius, en el siglo XVII, parceló la historia de la humanidad en cuatro edades: la Antigua, que se extiende desde la aparición de las primeras culturas asiáticas y africanas hasta la caída del imperio romano en el siglo V d. C; la Media desde esta época hasta un límite impreciso a mediados del siglo XV, asociado a una fecha simbólica, como el 29 de mayo de 1453 con la caída de Constantinopla a manos del Sultán turco Mohamed II; la Moderna que abarca desde los comienzos del movimiento renacentista hasta fines del siglo XVIII, límite situado de una manera convencional con el asalto de la Bastilla el 14 de julio de 1789 y la Contemporánea integrada por el acontecer histórico de nuestros días. Estas edades que se plantearon para Occidente no tiene validez para todos los pueblos por sus características particulares, ni esas divisiones son aceptadas por todos los estudiosos.
LA PREHISTORIA
Comprende los períodos de tiempo que van desde la Edad de Piedra hasta la Edad de los Metales que abarcan los siguientes períodos de tiempo y características.
La Edad de Piedra
Se distinguen tres épocas el Paleolítico, el Mesolítico y el Neolítico.
El Paleolítico, que comprende a su vez tres épocas.
Paleolítico inferior desde 2 millones hasta cien mil años. Los hombres son cazadores nómadas y recolectores, utilizan la piedra talladas y aprenden el uso del fuego (400.000 a 500.000), lo emplean cuando se produce de forma natural.
Paleolítico medio, se asocia con la aparición del hombre de Neandertal, utiliza instrumentos, produce el fuego de manera voluntaria. El hombre de este período entierra a sus muertos.
Paleolítico superior, entre 35.000 a 40.000 años hasta 10.000 a 12.000 años. En este período el clima es frío e inhóspito (cuarta glaciación); aparece el hombre de Cro-Magnon. Se perfeccionan los vestidos y se construyen tumbas elaboradas, se produce un importante desarrollo demográfico y social. Los hombres viven en cuevas o en cabañas, las armas para cazar animales se fabrican con sílex o huesos. Aparecen las pinturas rupestres en la Lascaux (Francia) y en Altamira (España), evidencia del desarrollo del arte.
El Mesolítico.
Dura hasta hace unos 7.000 años, se utilizan instrumentos de piedra y de hueso, y se cambia la economía de base depredadora a una productora. Esta es una etapa de transición, en la que se retrocede en el arte y en las técnicas del hueso y la piedra.
El Neolítico.
La finalización de este período varía en función de los lugares geográficos. Es una época revolucionaria, asociada al progreso de la agricultura, la piedra pulida y la domesticación de animales. Surgen los primeros poblados permanentes y probablemente se jerarquiza la estructura social, constituyéndose los primeros grupos y sociedades.
Desde siempre el hombre se ha asombrado con la observación del cielo, que se encuentra lleno de misterios y maravillas, no sólo circunscritos a las nubes, los rayos, los truenos y los vientos, fenómenos relativamente cercanos; en la noche las estrellas y planetas les permitían vislumbrar el universo.
De la observación del cielo de los hombres prehistóricos se desprenden dos hechos destacables: por un lado la constatación de la existencia de leyes naturales inmutables, y por el otro la localización de seres sobrenaturales. El Sol, la Luna y las estrellas son objeto de culto y en el cielo se proyectan sus mitos. Los fenómenos terrestres seguramente provocaban terror a los habitantes de la antigüedad, al contrario del aparente orden del cielo.
La observación de los cambios que se producen en el cielo fueron relacionados con la vida cotidiana y surgieron los primeros calendarios. El Sol servía para saber la hora del día; la Luna permitía controlar períodos más largos, a partir de la observación de sus fases. Seguramente también las apariciones de algunas estrellas, antes o después del amanecer o al anochecer, sirvieron como indicadores del tiempo. Estas observaciones les permitieron establecer las estaciones y probablemente desplazarse de un lugar a otro.
Al hombre actual le interesa saber por qué llueve, en esa época la preocupación del hombre es otra, ¿por qué llueve aquí y ahora?Debido a que no existen registros escritos en este período, la única manera de extraer alguna conclusión, es a través del análisis de las excavaciones de tipo arqueológico de las ruinas de templos y observatorios, surge así una ciencia llamada arqueoastronomía una de las ramas más difíciles de la astronomía.
Parece que ya el hombre de Cro-Magnon, que vivió hace 35.000 años se interesaba por las fases de la luna y en huesos que tienen 8.000 años de antigüedad se han encontrado muescas con algún tipo de escritura.
DIVISIÓN HISTÓRICA
En época prehistórica se construyeron sitios de observación denominados cromlech o cromlec, nombre de origen bretón, que designa un monumento prehistórico aproximadamente en el III y II milenio a. de C., extendidos en Francia, Inglaterra, Alemania, países escandinavos, África del norte, Siria y Palestina y en algunas regiones del mediterráneo. Se trata generalmente de grandes círculos, formados por monolitos hincados en el suelo (llamados menhires que significa “piedra larga”) que sobrepasan a menudo los 100 m de diámetro y que encierran espacios destinados probablemente al culto.Ejemplos de estas construcciones se encuentran en Stonehenge en Inglaterra o en recintos precedidos por largas hileras de menhires, como en Carnak Francia.Stonehenge. Construido en la llanura de Wiltshire (Inglaterra). Se cree que tardaron más de mil años en construirlo.
Existen muchas interpretaciones sobre los significados de estos monumentos. No obstante, se desconoce la concepción del Cosmos de sus constructores y si comprendían la relación entre la Tierra, la Luna y el Sol, o si sólo se trataba de un método para extraer conclusiones sobre los movimientos periódicos del Sol, la Luna y así regular sus calendarios.Según estos testimonios es claro que antes de que se desarrollara la civilización en Mesopotamia y en el valle del Nilo, ya existía en Europa un grupo humano que hacía observaciones organizadas y precisas de los cuerpos celestes con fines que no son claros.
LA EDAD ANTIGUA
Babilonia
La región de Mesopotamia era una fértil llanura que se extendía por una zona delimitada por los ríos Tigres y Éufrates, donde hoy se sitúa Irak. Los principios de la astronomía se remontan al final del cuarto y principios del tercer milenio a.C., en una época en la que ya existía una cultura muy avanzada, desarrollada por los sumerios, y que es considerada como la más antigua del mundo.
En esta región confluyen una variedad de civilizaciones durante un período de 3.000 años: sumerios, asirios, babilonios, y pueblos de la dominación persa o griega. La cultura de esta zona alcanzó su esplendor hacia los años 600-500 a.C. y decayó en el 100 a. de nuestra era.
Cosmología
Según la cosmología babilonia los cielos y la Tierra estaban originalmente unidos, y al separarse el dios celestial Anu, se llevó los cielos y el del aire Enlil, se llevó la Tierra. El origen del mundo se debe al conflicto entre las fuerzas del caos y los dioses. Para los babilonios el universo esta formado por una Tierra en forma de disco que flotaba en el agua, y se encontraba protegida por un cielo como un casquete semiesférico de bronce, del que colgaban las estrellas. Por encima del cielo se encontraba el agua superior.
Los astros salían de los bordes, cruzaban el cielo hasta ocultarse en el lado opuesto.La cosmología mesopotámica consideraba que la Tierra y el cielo estaban conectados de alguna manera y que el movimiento de las estrellas era reflejo de los sucesos que acontecían en la Tierra. Lo que ocurría en el cielo y la Tierra eran imágenes especulares. El astrónomo que tenía la capacidad de entender los movimientos celestes podía prever los sucesos terrestres, lo que les dio gran poder. La astronomía era secreta y la ejercían los sacerdotes en los zigurats –torres altas construidas en las montañas- desde donde se podía observar mejor los ortos y ocasos, además de estar más cerca del cielo y de los dioses.
El año comenzaba el primer día de primavera, midiendo la longitud de la sombra proyectada al mediodía por un pilar vertical llamado gnomon, y que además permitía determinar el comienzo de cada estación.Los registros se hicieron con escritura cuneiforme, sobre tablillas de arcilla con una vida útil limitada. Los primeros registros astronómicos datan del año 1800 a. C. y se refieren a momentos de la salida de la Luna y a fechas de Luna nueva, intercalados con datos meteorológicos.
Agruparon las estrellas en constelaciones dándoles formas de personas o animales. Algunas constelaciones importantes ya aparecen en el año 1000 a. C. en tablillas de arcilla, donde se citan 66 nombres entre constelaciones y estrellas. También se conoce un planisferio en el que aparecen constelaciones como Andrómeda o la Hidra. Las constelaciones les permitían orientarse en la bóveda celeste y reconocer las diferentes épocas del año en función de que fueran visibles unas u otras.
Los sumerios y los babilonios descubrieron que entre las estrellas que se movían de modo solidario, cinco no participaban de ese movimiento y se movían de forma independiente.
Los cinco planetas junto con el Sol (Shamash) y la Luna (Sin), se convirtieron en los dioses más importantes y dieron lugar a los siete días de la semana. Venus por su gran brillo fue el planeta sobre el que hicieron un mayor número de observaciones.
Debido a que durante el día no es posible ver las estrellas, los babilonios calcularon cuidadosamente la constelación que salía por el oriente (este) justo antes de cada salida del Sol, vieron que está constelación cambiaba de una época a otra, y reconstruyeron las zonas del cielo por las que pasaba el Sol. Este camino es el que recibe el nombre griego de Zodíaco.
En la primera definición del Zodíaco aparecen 18 constelaciones que posteriormente se reducen a 15. La primera lista de estrellas que usa los 12 signos del Zodíaco aparece en el siglo XII a. C. cuyos nombres en su mayoría permanecen actualmente.
Los astrónomos mesopotámicos tenían la capacidad de predecir los eclipses, sobre todo los lunares. Este tipo de eclipses se producen cuando la Luna llena entra en la sombra que proyecta la Tierra al interponerse la Luna entre la Tierra y el Sol, son difíciles de predecir ya que sólo suceden en una estrecha banda creada por la sombra de la Luna en la superficie de la Tierra. Al no conocer las distancias ni los tamaños entre el Sol, la Tierra y la Luna, sólo podían predecir si habría eclipse de Sol, pero no el lugar en que sucedería.
Cuando el historiador Calístenes llegó a Babilonia, durante la conquista de Alejandro Magno, envío a Aristóteles una tablilla con predicciones de eclipses que ya tenían una antigüedad de 2000 años.La predicción de los eclipses estaba dirigida a los reyes, ya que la ira divina se manifestaba en los eclipses, protegían al rey nombrando un sustituto, para “proteger la vida” del rey verdadero, quien ocupaba el cargo antes, quedando protegido el verdadero.
En función de las condiciones del eclipse el presagio era favorable o desfavorable. Si por ejemplo durante el eclipse lunar Júpiter era visible el rey no tenía problemas.El empleo del mes estrictamente lunar les llevó a la necesidad de alternar meses de 29 y 30 días, al ser variable la duración de las lunaciones. Así un año de 12 meses tendría 354 días, situación en la que no existía buena coincidencia con las estaciones climáticas, fundamental para la agricultura. Los sacerdotes-astrónomos solucionaron el problema agregando un decimotercer mes cuando era necesario.
En el siglo VI a. C. establecieron reglas fijas para agregar ese mes, al darse cuenta los astrónomos que 235 meses solares tenían el mismo número de días que 19 años solares. De esta forma el calendario se organizó de acuerdo a ciclos de tipo regular 19 años, siete de los cuáles tenían 13 meses en lugar de 12 (ciclos lunisolares).A pesar de sus vastas observaciones nunca crearon modelos geométricos de su Universo, ni aplicaron la información astronómica a cuestiones científicas que no tuvieran que ver con la religión, la ciencia astronómica era necesaria para entender mejor el designio de los dioses. Es así como la astronomía y la astrología eran las ciencias más importantes.
Egipto
Por la misma época en que surgió la civilización en Mesopotamia, tuvo su origen a orillas del Nilo la civilización egipcia. Debido a que prácticamente a lo largo del año no llovía, la agricultura sólo era posible gracias a las inundaciones del Nilo al acercarse el solsticio de verano. Gracias a su posición geográfica aislada, Egipto tuvo una existencia relativamente pacífica, a diferencia de Mesopotamia, que por su posición estratégica, sufrió las luchas internas y las invasiones externas. Esto fue así desde el 3000 a.C. hasta la conquista de Alejandro Magno en el año 332 a.C. Este aislamiento favoreció la aparición de una cultura floreciente que tuvo gran continuidad.
Cosmología
La cosmología egipcia tenía un aspecto universal y por lo tanto difícil de definirlas como locales. Las divinidades cósmicas eran Geb, el Sol y Nut, la Tierra y el Cielo. El dios-Sol (Ra) era su dios supremo. La muerte y el renacimiento del Sol (día y noche), junto con las crecidas y bajadas del Nilo constituyeron el argumento central de los mitos egipcios. En la génesis y conservación de la vida jugaba un papel importante el océano primigenio: el Nun. Para los egipcios el universo era como una gran caja de forma rectangular, cuya máxima extensión se daba en el sentido norte-sur, precisamente en la dirección en la que se extiende su territorio.
La Tierra formaba la parte inferior de esa caja, una especie de disco cóncavo, Geb, rodeado por las montañas, que flotaba en las aguas del abismo Nun. Sobre la Tierra se encontraba el cielo abovedado para algunos y plano para otros.
En Egipto surge un tipo de escritura jeroglífica sobre papiros, muchos de los cuales se han conservado hasta nuestros días y a través de los cuales el hombre moderno se ha enterado de las creencias y conocimientos de este pueblo. Hace 4500 años los sacerdotes egipcios habían elaborado un calendario solar de 365 días, dividido en 12 meses de 30 días cada uno, y cinco días adicionales por año, que se añadían al final. Cada mes de dividía en tres semanas de 10 días. El año comenzaba los días en que el sol salía en el horizonte más al norte. Algunos templos se construyeron de tal forma que poseían una fila de columnas en esa dirección. Sólo una vez cada 365 días ocurría que el Sol al salir por encima del horizonte, producía sombras alineadas de las columnas, mientras que los demás días no ocurría así.
El problema de este calendario es que el año dura en realidad 365 y 1/4, y cada 4 años el calendario se retrasaba un día. Los sacerdotes encontraron una forma de solucionar este problema. Observaron que la crecida del río Nilo coincidía con la salida de la estrella Sothis (Sirio para nosotros) por el horizonte Este (oriente), justo antes de la salida del Sol por ese mismo punto cardinal. Por medio de cálculos establecieron que esto ocurría cada 365 días y ¼. En esa época la salida de Sirio por el Este, justo antes de que lo hiciera el Sol, coincidía por casualidad con el solsticio de verano y la inundación del Nilo, gracias a esto los sacerdotes-astrónomos relacionaron estos eventos, para asociar los acontecimientos de la vida cotidiana con los fenómenos celestes. Los sacerdotes dispusieron que el año comenzase en esa fecha, y la vida económica del país se organizó en torno a los períodos comprendidos entre dos apariciones consecutivas de la estrella Sirio precediendo al Sol al amanecer.
Los egipcios listaron 36 grupos de estrellas, llamadas decanos, que abarcaban 10 grados de cielo cada uno, cuyos ortos producidos antes de la salida del Sol marcaban el comienzo de sus semanas de 10 días. El mes egipcio se componía de meses de 3 semanas, y el año de tres estaciones de 4 meses, que coincidían con la inundación, siembra y cosecha. Los egipcios dividieron el día en 24 horas; al igual que el año estaba dividido en 12 meses a causa de las 12 lunaciones, el día y la noche fueron divididos en 12 partes llamadas horas.
En el siglo XII a. C. se dividió el día en 24 horas no variables.La medida de las horas de igual duración llegó más tarde con los astrónomos griegos, cuyos cálculos se basaron en el sistema sexagesimal babilonio. Nuestra división del día actual se debe a la combinación de los conocimientos científicos de tres culturas muy diferentes. La división del tiempo se debió a una modificación griega de una práctica egipcia, combinada con procedimientos matemáticos babilónicos.Los conocimientos griegos aumentaron con la conquista de Babilonia por Alejandro Magno, en 330 a.C. pág. 23 la aventura del universo.
GLOSARIO: Cosmología.Orto.Zigurats.Gnomon.Planisferio.Lunaciones.Solsticio de verano.
BIBLIOGRAFÍA
Fernández Castro, Telmo. La construcción de los cielos. Espasa Calpe S. A. Madrid. 2000.
Duque Escobar, Gonzalo. Guía astronómica. Universidad Nacional de Colombia. Manizales. 2003.
Ferris, Timothy. La aventura del universo. Editorial Crítica. ISBN:84-8432-005-7 España, 1999. 416 pág.
Torres Arango, Claudia (1007). Astronomía en la Edad Media y en el Renacimiento. Contexto en Astronomía. U.N. de Colombia.
Enciclopedia Salvat Monitor. Salvat S. A. ediciones. Pamplona. 1969. Tomos 5, 10.
domingo, 24 de febrero de 2008
Historia de la Astronomía
Por: Claudia Torres Arango
Tucídides. En Atenas hacia 460 a. C. narra con imparcialidad los eventos y excluye intervenciones sobrenaturales.
Tito Lucrecio Caro. Campania 95-52 a. C. Poeta latino, escribió Rerum natura. Habla de edades en las que los hombres utilizaron Piedra-Madera-Bronce-Hierro.
GRECIA
Los griegos tenían un sentido desarrollado de las proporciones geométricas y de la simetría, concibieron la Tierra plana, con las irregularidades dadas por los valles y montañas. El cielo es una coraza resistente que desciende hasta unirse con la Tierra, el agua del océano rodea la Tierra. Los planteamientos previos al año 600 a. C. de griegos, babilonios o egipcios no han llegado a nosotros.
Escuela Jónica. Recibió este nombre dado que Tales de Mileto y sus discípulos vivieron en ciudades de la región de Jonia.
Tales de Mileto. (624-625?-547-548 a. C.). Interpreta el universo por medio de la razón. El agua es el origen de todo, ya que se transforma fácilmente y puede existir en tres estados: sólido, líquido y gaseoso. De ella se separaron la tierra, el aire y los seres animados. Para Tales la Tierra es un disco plano contenido bajo la bóveda esférica del cielo, que flotan en el océano infinito. La bóveda cerrada gira todos los días llevando las estrellas. Las estrellas y el Sol son fuegos, se mueven en caminos circulares.
Anaximandro. (610-545-547? a. C.). Discípulo de Tales, también vivió en Mileto hoy desaparecida. El origen de todo es el apeiron, lo indefinido o lo indeterminado presente en el cielo como neblina, Se dedicó a múltiples investigaciones, que le llevaron a la afirmación de que la Tierra era cilíndrica, curvada en la parte superior y rodeada por una esfera hueca con las estrellas. También se le atribuye el trazado de un mapa terrestre, además de otros trabajos como la fijación de los equinoccios y los solsticios, y el cálculo de las distancias y los tamaños de las estrellas. En el apeiron existen varios mundos que además de estar habitados, están sujetos a ciclos de disolución y regeneración. Su concepción es el sistema geocéntrico.
La idea de la Tierra cilíndrica no arraigó en la mente de sus contemporáneos pero la de las esferas sí, que para algunos fueron metafóricas y para otros esferas de cristal, que podrían sostener los cuerpos celestes y explicar el movimiento de los planetas que serpentean por el cielo y a veces parecen detenerse y retroceder.
Pitágoras. (580-500 a. C.). Es el primero en argumentar que la Tierra es esférica (Parménides ?). El Sol, la Luna y los cinco planetas giras en esferas concéntricas, la última es la de las estrellas fijas. Al estar el universo lleno de aire, los astros producen diversas notas, música de las esferas celestes. Para él el universo obedece a reglas matemáticas.
Modelo: Tierra-Luna-Mercurio-Venus-Sol-Marte-Júpiter-Saturno-Estrellas-Fuego exterior.
Hecateo de Mileto (500 a. C.). Es el primer geógrafo científico estima el tamaño del disco de la Tierra en 8.000 kilómetros.
Filolao. (c. 480-? a. C.). Asegura que la Tierra se mueve. Los nueve cuerpos celestes Los seis planetas, el sol y la Luna giran alrededor de órbitas circulares alrededor del “fuego central” invisible, del que el Sol de porosa similar al vidrio, absorbe la luz del fuego central. Las estrellas son agujeros, a través de los que se ve el fuego exterior, esta última esfera es fija. Creía además que el número veinte era el número mágico de la totalidad y agrega un décimo cuerpo, la anti-tierra, al lado opuesto de la Tierra, por lo que resulta invisible. Al pertenecer a la Escuela Pitagórica, que creía en la supremacía mística de los números su idea fue descartada.
Modelo: fuego central-AntiTierra-Tierra-Luna-Sol-Mercurio-Venus-Marte-Júpiter-Saturno-estrellas fijas.
Anaxímenes. (586-525 a. C.). Perteneció a la escuela Jónica. Introduce un nuevo concepto, el origen de todas las cosas es el aire, a través del cual se forma el agua, la tierra y el fuego por diferentes procesos de transformación. La Tierra es plana como un disco fino, sostenido por el aire y contenido dentro de él. Según algunos autores para Anaxímenes el universo es una bóveda o semibóveda, de materia cristalina donde el aire impide que el sol, la Luna, las estrellas y los planetas caigan. Distingue a los planetas de las estrellas.
Anáxagoras situó el principio de todas las cosas (arché) en el nous (entendimiento), encargado de imprimir orden al caos original, y en su tratado Sobre la naturaleza afirmó la divisibilidad indefinida del espacio y del tiempo. Fue expulsado de Atenas bajo la acusación de ateísmo; según los testimonios de la época, el motivo real fue su afinidad con Pericles, quien se hallaba en oposición a Tucídides, siendo acusado de ateísmo.
Anaxágoras. (Clazómenas, actual Turquía, 499-500? a.C.-Lámpsaco 428 a.C.) Filósofo, geómetra y astrónomo griego. Posiblemente discípulo de Anaxímenes,perteneció a la denominada escuela jónica y abrió la primera escuela de filosofía en Atenas. Propone la primera hipótesis sobre el origen del mundo a partir de la condensación de una masa caótica en remolino. La Tierra es plana, el Sol y las estrellas son piedras incandescentes, pero no sentimos el calor porque están muy lejos.
Dice que el Sol es un poco más grande que el Peloponeso, que la Luna tiene montañas y valles y da la misma cara al Sol, por lo tanto no tiene luz propia. La Vía Láctea, es el reflejo de la Tierra aumentada por la Luz del Sol.
Cree que existen más seres vivos e inteligentes. Niega la naturaleza divina de los astros, y es acusado de impiedad. Entra en conflicto con el dogma religioso y es juzgado y condenado a muerte. Salvado por Pericles es exiliado Lámpsakos.
Platón. (428-347 a. C.). Filósofo. Los problemas astronómicos se resuelven con geometría. Las formas perfectas son circulares o esféricas porque fueron creadas por Dios. La Tierra es esférica e inmóvil. No es necesaria la observación.
Eudoxo de Cnido. (408-355 a. C.). Aumenta el número de esferas a 26, encajadas unas dentro de otras, con el Sol, la Luna y los planetas, las estrellas giran en una esfera transparente. Las esferas no son reales, sólo ayudan a explicar el movimiento de los astros. Su discípulo Calipo aumenta las esferas a 34.
Heráclides de Ponto. (388-310 a. C.) Es el primero en proponer la rotación de la Tierra que permanece en el centro; Mercurio y Venus giran alrededor del Sol, que gira a su vez alrededor de la Tierra. Su muerte coincide con el fin del período clásico.
Alejandría es fundada por Alejandro Magno en Egipto en el año 332 a. C., dando comienzo al período Helénico y se funda la Escuela de Alejandría, donde confluyen los filósofos griegos.
Aristóteles. (384-322 a. C.). Combate la idea de la Tierra plana, de acuerdo con las observaciones de eclipses, y por la forma como aparece primero la vela de los barcos cuando desde la lejanía cuando se acercan a la tierra. Creía que la Tierra era imperfecta y en constante cambio, en cambio los cuerpos celestes son perfectos y sin mácula e incluye 54 esferas cristalinas, que para él eran reales y no metafóricas.
Aristarco de Samos. (310-230 a.C.). Formula la teoría heliocéntrica, al calcular que el Sol es más grande que la Tierra, y al ser la menor de los dos astros, probablemente orbitaba alrededor del Sol. Aplicando el método de la paralaje durante los eclipses, obtiene la distancia Tierra-Luna.
Arquímedes de Siracusa (287-212 a. C.). Construyó en Alejandría un planetario, que mostraba con gran precisión los movimientos de los principales cuerpos en el cielo y reproducía eclipses. Desarrolló el cuadrante para estudio astronómico y un aparato para medir el ángulo subtendido por el Sol y la Tierra.
Eratóstenes de Cirene. (284-192 a. C.). Realiza la primera medición de la Tierra utilizando la altura del Sol de mediodía, y debido a que en Siena la Luz cae perpendicularmente y en Alejandría simultáneamente se produce una sombra.
El modelo de los planetas girando alrededor de la Tierra en órbitas circulares, se vuelve inservible, se propone un modelo que explica mejor el movimiento de los planetas.
Hiparco. (160-190?–120-124=? a. C.). Reduce el número de las esferas a siete para el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno; agrega esferas menores, llamadas epiciclos, que se separarn de la órbita principal formando lazos. Las esferas grandes llamadas deferentes giran alrededor de la Tierra. Los epiciclos se plantean para explicar el retroceso de los planetas. Este modelo hace que la realidad y la teoría coincidan en parte y permite hacer predicciones razonables. También inventa la trigonometría, cataloga más de 1.000 estrellas, descubre la precesión de los equinoccios.
Claudio Tolomeo (87-150 d. C.). Astrónomo, matemático y geógrafo. No existe certeza si era griego o egipcio, vivió en Alejandría. La influencia de su pensamiento llegó hasta el siglo XVI.
Se sabe poco sobre su vida, pero se conservan algunos de sus escritos, como Analema, colección de métodos y escritos para la construcción de relojes de Sol; Planisferio, un tratado sobre las proyecciones que se deben utilizar para construir globos y mapas; Óptica, un tratado sobre la visión y la refracción en el agua y en el cristal; De planetarum hipotesibus, breve exposición sobre las principales hipótesis acerca de los movimientos celestes; Harmonicorum libri tres, sobre teoría musical, y el Tratado de geografía, recopilación de los conocimientos geográficos donde introduce el concepto de las coordenadas para determinar la posición de distintos lugares. Sin embargo su obra más importante es Megale Mathematiké Sintaxis (Composición matemático o Gran Sintaxis), traducido al árabe como Almagesto (Tres veces grande). Se trata de una obra de 13 libros en la que desarrolla la teoría geocéntrica. Afirma que gran parte de su contenido se deriva de los conceptos astronómicos de Hiparco de Nicea, a los que él da orden y precisión.
En los dos primeros libros se estudia la Tierra considerada esférica con una circunferencia igual a 180.000 estadios o 30.000 kilómetros, donde el cielo es también esférico y gira alrededor de la Tierra, que se encuentra fija en el centro, y se considera un punto con relación a la esfera de las estrellas fijas.
En el tercero y cuarto libro, habla respectivamente sobre el Sol y la Luna, la duración de los años y los meses, en ellos habla sobre el movimiento de evección de la Luna.
El quinto libro describe el astrolabio y sus aplicaciones en las medidas terrestres. El sexto habla sobre los eclipses. En los libros séptimo y octavo presenta un catálogo similar al de Hiparco de 1.002 estrellas, tres de las cuales son dobles.; es igualmente importante su tratado sobre la precesión de los equinoccios.
Los últimos cinco libros tratan sobre las teorías de los planetas. El modelo que desarrolla Tolomeo predecía con mayor precisión los movimientos de las esferas, pensaba como Aristóteles que la Tierra estaba inmóvil en el centro del universo, los cuerpos se movían alrededor en órbitas circulares, en sus “epiciclos”, un círculo en el que un planeta se mueve y cuyo centro se desplaza, a la vez a lo largo de un círculo de radio mayor llamado “deferente”. Para dar lograr la precisión supuso que la Tierra estaba ligeramente separada del centro en un punto imaginario que llamó “ecuante”. El centro del epiciclo de cada planeta se mueve a velocidad angular constante con relación al ecuante, que es simétrico a la Tierra, pero al lado opuesto del deferente. Este sistema tenía más de 40 círculos de distinto diámetros, girando a distintas velocidades, para poder predecir con precisión las posiciones, movimientos en bucle y cambios de brillo.
Concibe la teoría de las siete esferas alrededor de la Tierra.
Edad Media
El legado de la astronomía griega en los siglos X a XV, fue traducida por los árabes; quienes dieron nombre a las principales estrellas de las constelaciones. Confeccionaron diversos catálogos de estrellas y tablas planetarias.
En los monasterios, los monjes traducen las obras del griego al latín.
Nicolás Copérnico. (1473-1543). Publica el “Comentariolus”, con las matemáticas necesarias para predecir la posición de los planetas, suponiendo que la Tierra gira alrededor del Sol. Concibió sus ideas a través de razonamientos teóricos.
Tycho Brahe. (1546-1601). El 11 de noviembre de 1572 observó una estrella nueva en la constelación de Casiopea. Escribe “De nova stella”, poniendo fin a la concepción griega de la perfección de los cielos.
Galileo Galilei. (1564-1642). Defensor de la teoría de Copérnico, lo que el generó grandes conflictos con Roma.
En 1610 descubrió cuatro satélites de Júpiter, comprobando la teoría de Copérnico. Descubre las leyes de la caída libre, de la inercia y de la oscilación del péndulo, iniciando la física moderna al introducir el método científicio.
En 1609 construye un telescopio y realiza numerosas observaciones: las manchas solares, fases de Venus, lunas de Júpiter.
Johannes Kepler. (1571-1630). Gracias a las observaciones de Tycho Brahe calcula la órbita de Marte, trabajo que le lleva ocho años. En 1609 publica “Astronomía Nova” con las dos primeras leyes que señalan el movimiento elíptico y las áreas barridas por los radio vectores planetarios. La tercera ley se publica en 1619 en su obra “Harmonices Mundi”.
Con la difusión del telescopio a partir del siglo XVII, se introducen una serie de descubrimientos.
Simón Marius. Las lunas de Júpiter y la nebulosa de Andrómeda. En 1612.
Johannes Hevelius. Observa y elabora un mapa de la topografía de la Luna, observa cometas.
Christian Huygens. Descubre el anillo de Saturno y su luna Titán.
Giovanni Doménico Cassini. Realiza numerosas observaciones planetarias y descubre la división del anillo de Saturno que lleva su nombre.
Isaac Newton. (1643-1787). Creador de la “Ley de la Gravitación”, expresada como teoría matemática capaz de explicar el movimiento de los cuerpos celestes. En 1671 construye un telescopio reflector. Con la ley de la gravitación se precisan los cálculos de las órbitas lunares y planetarias.
Entre los siglos XVIII y XIX la mecánica celeste se desarrolla.
Edmond Halley. Calcula la órbita elíptica de un cometa, que lleva su nombre.
Inmanuel Kant. Atribuye la génesis del Sistema Solar a un proceso mecánico.
William Herschel. (1738-1822). Fundador de la astronomía moderna y de la astrofísica.
El 13 de marzo de 1781, descubre a Urano. En 1787 descubre los satélites que se denominan Titania y Oberón; determinó las órbitas de seis satélites de Urano. Confirma la estructura estelar de la Vía Láctea, averigua el espesor y extensión de la misma. Construyó telescopios. Clasificó estrellas y nebulosas. Estableció la rotación de Saturno. Estableció la revolución de Marte, el achatamiento de Júpiter y su rotación.
Leverrier y Adams. Predicen la existencia de Neptuno por las perturbaciones que sufre Urano. El planeta es descubierto en 1846 en el Observatorio de Berlín.
Bessel. Deduce por las perturbaciones del movimiento propio de Sirio, la existencia de su compañera desconocida, que se observa en 1862.
En ésta época mejora la técnica instrumental y los métodos de medida, se introduce la fotografía y los fotómetros.
Edwin Hubble. (1889-1953). Da inicio a la Cosmología. En 1924 descubre 36 Cefeidas en “nebulosas espirales” (galaxias). En 1929 escribe “Una relación entre la distancia y la velocidad radial de las nebulosas extragalácticas”, una galaxia lejana, con mayor velocidad se aleja de nosotros –doble distancia-doble velocidad.
Bibliografía
ASIMOV, Isaac. El universo I y II. Biblioteca temática Alianza. I.S.B.N.: 84-7838-424-3 y 84-7838-425-1 Madrid. 1994.
FERNÁNDEZ CASTRO, Telmo. La construcción de los cielos. Espasa Minor. I.S.B.N.: 84-239-6488-4. Madrid. 2000.
HATHAWAY, Nancy. El Universo para curiosos. Editorial Crítica. I.S.B.N. 84-7423-770-X. Barcelona. 1996.
Torres Arango, Claudia (1007). Astronomía en la Edad Media y en el Renacimiento. Contexto en Astronomía. U.N. de Colombia.
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Tucídides. En Atenas hacia 460 a. C. narra con imparcialidad los eventos y excluye intervenciones sobrenaturales.
Tito Lucrecio Caro. Campania 95-52 a. C. Poeta latino, escribió Rerum natura. Habla de edades en las que los hombres utilizaron Piedra-Madera-Bronce-Hierro.
GRECIA
Los griegos tenían un sentido desarrollado de las proporciones geométricas y de la simetría, concibieron la Tierra plana, con las irregularidades dadas por los valles y montañas. El cielo es una coraza resistente que desciende hasta unirse con la Tierra, el agua del océano rodea la Tierra. Los planteamientos previos al año 600 a. C. de griegos, babilonios o egipcios no han llegado a nosotros.
Escuela Jónica. Recibió este nombre dado que Tales de Mileto y sus discípulos vivieron en ciudades de la región de Jonia.
Tales de Mileto. (624-625?-547-548 a. C.). Interpreta el universo por medio de la razón. El agua es el origen de todo, ya que se transforma fácilmente y puede existir en tres estados: sólido, líquido y gaseoso. De ella se separaron la tierra, el aire y los seres animados. Para Tales la Tierra es un disco plano contenido bajo la bóveda esférica del cielo, que flotan en el océano infinito. La bóveda cerrada gira todos los días llevando las estrellas. Las estrellas y el Sol son fuegos, se mueven en caminos circulares.
Anaximandro. (610-545-547? a. C.). Discípulo de Tales, también vivió en Mileto hoy desaparecida. El origen de todo es el apeiron, lo indefinido o lo indeterminado presente en el cielo como neblina, Se dedicó a múltiples investigaciones, que le llevaron a la afirmación de que la Tierra era cilíndrica, curvada en la parte superior y rodeada por una esfera hueca con las estrellas. También se le atribuye el trazado de un mapa terrestre, además de otros trabajos como la fijación de los equinoccios y los solsticios, y el cálculo de las distancias y los tamaños de las estrellas. En el apeiron existen varios mundos que además de estar habitados, están sujetos a ciclos de disolución y regeneración. Su concepción es el sistema geocéntrico.
La idea de la Tierra cilíndrica no arraigó en la mente de sus contemporáneos pero la de las esferas sí, que para algunos fueron metafóricas y para otros esferas de cristal, que podrían sostener los cuerpos celestes y explicar el movimiento de los planetas que serpentean por el cielo y a veces parecen detenerse y retroceder.
Pitágoras. (580-500 a. C.). Es el primero en argumentar que la Tierra es esférica (Parménides ?). El Sol, la Luna y los cinco planetas giras en esferas concéntricas, la última es la de las estrellas fijas. Al estar el universo lleno de aire, los astros producen diversas notas, música de las esferas celestes. Para él el universo obedece a reglas matemáticas.
Modelo: Tierra-Luna-Mercurio-Venus-Sol-Marte-Júpiter-Saturno-Estrellas-Fuego exterior.
Hecateo de Mileto (500 a. C.). Es el primer geógrafo científico estima el tamaño del disco de la Tierra en 8.000 kilómetros.
Filolao. (c. 480-? a. C.). Asegura que la Tierra se mueve. Los nueve cuerpos celestes Los seis planetas, el sol y la Luna giran alrededor de órbitas circulares alrededor del “fuego central” invisible, del que el Sol de porosa similar al vidrio, absorbe la luz del fuego central. Las estrellas son agujeros, a través de los que se ve el fuego exterior, esta última esfera es fija. Creía además que el número veinte era el número mágico de la totalidad y agrega un décimo cuerpo, la anti-tierra, al lado opuesto de la Tierra, por lo que resulta invisible. Al pertenecer a la Escuela Pitagórica, que creía en la supremacía mística de los números su idea fue descartada.
Modelo: fuego central-AntiTierra-Tierra-Luna-Sol-Mercurio-Venus-Marte-Júpiter-Saturno-estrellas fijas.
Anaxímenes. (586-525 a. C.). Perteneció a la escuela Jónica. Introduce un nuevo concepto, el origen de todas las cosas es el aire, a través del cual se forma el agua, la tierra y el fuego por diferentes procesos de transformación. La Tierra es plana como un disco fino, sostenido por el aire y contenido dentro de él. Según algunos autores para Anaxímenes el universo es una bóveda o semibóveda, de materia cristalina donde el aire impide que el sol, la Luna, las estrellas y los planetas caigan. Distingue a los planetas de las estrellas.
Anáxagoras situó el principio de todas las cosas (arché) en el nous (entendimiento), encargado de imprimir orden al caos original, y en su tratado Sobre la naturaleza afirmó la divisibilidad indefinida del espacio y del tiempo. Fue expulsado de Atenas bajo la acusación de ateísmo; según los testimonios de la época, el motivo real fue su afinidad con Pericles, quien se hallaba en oposición a Tucídides, siendo acusado de ateísmo.
Anaxágoras. (Clazómenas, actual Turquía, 499-500? a.C.-Lámpsaco 428 a.C.) Filósofo, geómetra y astrónomo griego. Posiblemente discípulo de Anaxímenes,perteneció a la denominada escuela jónica y abrió la primera escuela de filosofía en Atenas. Propone la primera hipótesis sobre el origen del mundo a partir de la condensación de una masa caótica en remolino. La Tierra es plana, el Sol y las estrellas son piedras incandescentes, pero no sentimos el calor porque están muy lejos.
Dice que el Sol es un poco más grande que el Peloponeso, que la Luna tiene montañas y valles y da la misma cara al Sol, por lo tanto no tiene luz propia. La Vía Láctea, es el reflejo de la Tierra aumentada por la Luz del Sol.
Cree que existen más seres vivos e inteligentes. Niega la naturaleza divina de los astros, y es acusado de impiedad. Entra en conflicto con el dogma religioso y es juzgado y condenado a muerte. Salvado por Pericles es exiliado Lámpsakos.
Platón. (428-347 a. C.). Filósofo. Los problemas astronómicos se resuelven con geometría. Las formas perfectas son circulares o esféricas porque fueron creadas por Dios. La Tierra es esférica e inmóvil. No es necesaria la observación.
Eudoxo de Cnido. (408-355 a. C.). Aumenta el número de esferas a 26, encajadas unas dentro de otras, con el Sol, la Luna y los planetas, las estrellas giran en una esfera transparente. Las esferas no son reales, sólo ayudan a explicar el movimiento de los astros. Su discípulo Calipo aumenta las esferas a 34.
Heráclides de Ponto. (388-310 a. C.) Es el primero en proponer la rotación de la Tierra que permanece en el centro; Mercurio y Venus giran alrededor del Sol, que gira a su vez alrededor de la Tierra. Su muerte coincide con el fin del período clásico.
Alejandría es fundada por Alejandro Magno en Egipto en el año 332 a. C., dando comienzo al período Helénico y se funda la Escuela de Alejandría, donde confluyen los filósofos griegos.
Aristóteles. (384-322 a. C.). Combate la idea de la Tierra plana, de acuerdo con las observaciones de eclipses, y por la forma como aparece primero la vela de los barcos cuando desde la lejanía cuando se acercan a la tierra. Creía que la Tierra era imperfecta y en constante cambio, en cambio los cuerpos celestes son perfectos y sin mácula e incluye 54 esferas cristalinas, que para él eran reales y no metafóricas.
Aristarco de Samos. (310-230 a.C.). Formula la teoría heliocéntrica, al calcular que el Sol es más grande que la Tierra, y al ser la menor de los dos astros, probablemente orbitaba alrededor del Sol. Aplicando el método de la paralaje durante los eclipses, obtiene la distancia Tierra-Luna.
Arquímedes de Siracusa (287-212 a. C.). Construyó en Alejandría un planetario, que mostraba con gran precisión los movimientos de los principales cuerpos en el cielo y reproducía eclipses. Desarrolló el cuadrante para estudio astronómico y un aparato para medir el ángulo subtendido por el Sol y la Tierra.
Eratóstenes de Cirene. (284-192 a. C.). Realiza la primera medición de la Tierra utilizando la altura del Sol de mediodía, y debido a que en Siena la Luz cae perpendicularmente y en Alejandría simultáneamente se produce una sombra.
El modelo de los planetas girando alrededor de la Tierra en órbitas circulares, se vuelve inservible, se propone un modelo que explica mejor el movimiento de los planetas.
Hiparco. (160-190?–120-124=? a. C.). Reduce el número de las esferas a siete para el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno; agrega esferas menores, llamadas epiciclos, que se separarn de la órbita principal formando lazos. Las esferas grandes llamadas deferentes giran alrededor de la Tierra. Los epiciclos se plantean para explicar el retroceso de los planetas. Este modelo hace que la realidad y la teoría coincidan en parte y permite hacer predicciones razonables. También inventa la trigonometría, cataloga más de 1.000 estrellas, descubre la precesión de los equinoccios.
Claudio Tolomeo (87-150 d. C.). Astrónomo, matemático y geógrafo. No existe certeza si era griego o egipcio, vivió en Alejandría. La influencia de su pensamiento llegó hasta el siglo XVI.
Se sabe poco sobre su vida, pero se conservan algunos de sus escritos, como Analema, colección de métodos y escritos para la construcción de relojes de Sol; Planisferio, un tratado sobre las proyecciones que se deben utilizar para construir globos y mapas; Óptica, un tratado sobre la visión y la refracción en el agua y en el cristal; De planetarum hipotesibus, breve exposición sobre las principales hipótesis acerca de los movimientos celestes; Harmonicorum libri tres, sobre teoría musical, y el Tratado de geografía, recopilación de los conocimientos geográficos donde introduce el concepto de las coordenadas para determinar la posición de distintos lugares. Sin embargo su obra más importante es Megale Mathematiké Sintaxis (Composición matemático o Gran Sintaxis), traducido al árabe como Almagesto (Tres veces grande). Se trata de una obra de 13 libros en la que desarrolla la teoría geocéntrica. Afirma que gran parte de su contenido se deriva de los conceptos astronómicos de Hiparco de Nicea, a los que él da orden y precisión.
En los dos primeros libros se estudia la Tierra considerada esférica con una circunferencia igual a 180.000 estadios o 30.000 kilómetros, donde el cielo es también esférico y gira alrededor de la Tierra, que se encuentra fija en el centro, y se considera un punto con relación a la esfera de las estrellas fijas.
En el tercero y cuarto libro, habla respectivamente sobre el Sol y la Luna, la duración de los años y los meses, en ellos habla sobre el movimiento de evección de la Luna.
El quinto libro describe el astrolabio y sus aplicaciones en las medidas terrestres. El sexto habla sobre los eclipses. En los libros séptimo y octavo presenta un catálogo similar al de Hiparco de 1.002 estrellas, tres de las cuales son dobles.; es igualmente importante su tratado sobre la precesión de los equinoccios.
Los últimos cinco libros tratan sobre las teorías de los planetas. El modelo que desarrolla Tolomeo predecía con mayor precisión los movimientos de las esferas, pensaba como Aristóteles que la Tierra estaba inmóvil en el centro del universo, los cuerpos se movían alrededor en órbitas circulares, en sus “epiciclos”, un círculo en el que un planeta se mueve y cuyo centro se desplaza, a la vez a lo largo de un círculo de radio mayor llamado “deferente”. Para dar lograr la precisión supuso que la Tierra estaba ligeramente separada del centro en un punto imaginario que llamó “ecuante”. El centro del epiciclo de cada planeta se mueve a velocidad angular constante con relación al ecuante, que es simétrico a la Tierra, pero al lado opuesto del deferente. Este sistema tenía más de 40 círculos de distinto diámetros, girando a distintas velocidades, para poder predecir con precisión las posiciones, movimientos en bucle y cambios de brillo.
Concibe la teoría de las siete esferas alrededor de la Tierra.
Edad Media
El legado de la astronomía griega en los siglos X a XV, fue traducida por los árabes; quienes dieron nombre a las principales estrellas de las constelaciones. Confeccionaron diversos catálogos de estrellas y tablas planetarias.
En los monasterios, los monjes traducen las obras del griego al latín.
Nicolás Copérnico. (1473-1543). Publica el “Comentariolus”, con las matemáticas necesarias para predecir la posición de los planetas, suponiendo que la Tierra gira alrededor del Sol. Concibió sus ideas a través de razonamientos teóricos.
Tycho Brahe. (1546-1601). El 11 de noviembre de 1572 observó una estrella nueva en la constelación de Casiopea. Escribe “De nova stella”, poniendo fin a la concepción griega de la perfección de los cielos.
Galileo Galilei. (1564-1642). Defensor de la teoría de Copérnico, lo que el generó grandes conflictos con Roma.
En 1610 descubrió cuatro satélites de Júpiter, comprobando la teoría de Copérnico. Descubre las leyes de la caída libre, de la inercia y de la oscilación del péndulo, iniciando la física moderna al introducir el método científicio.
En 1609 construye un telescopio y realiza numerosas observaciones: las manchas solares, fases de Venus, lunas de Júpiter.
Johannes Kepler. (1571-1630). Gracias a las observaciones de Tycho Brahe calcula la órbita de Marte, trabajo que le lleva ocho años. En 1609 publica “Astronomía Nova” con las dos primeras leyes que señalan el movimiento elíptico y las áreas barridas por los radio vectores planetarios. La tercera ley se publica en 1619 en su obra “Harmonices Mundi”.
Con la difusión del telescopio a partir del siglo XVII, se introducen una serie de descubrimientos.
Simón Marius. Las lunas de Júpiter y la nebulosa de Andrómeda. En 1612.
Johannes Hevelius. Observa y elabora un mapa de la topografía de la Luna, observa cometas.
Christian Huygens. Descubre el anillo de Saturno y su luna Titán.
Giovanni Doménico Cassini. Realiza numerosas observaciones planetarias y descubre la división del anillo de Saturno que lleva su nombre.
Isaac Newton. (1643-1787). Creador de la “Ley de la Gravitación”, expresada como teoría matemática capaz de explicar el movimiento de los cuerpos celestes. En 1671 construye un telescopio reflector. Con la ley de la gravitación se precisan los cálculos de las órbitas lunares y planetarias.
Entre los siglos XVIII y XIX la mecánica celeste se desarrolla.
Edmond Halley. Calcula la órbita elíptica de un cometa, que lleva su nombre.
Inmanuel Kant. Atribuye la génesis del Sistema Solar a un proceso mecánico.
William Herschel. (1738-1822). Fundador de la astronomía moderna y de la astrofísica.
El 13 de marzo de 1781, descubre a Urano. En 1787 descubre los satélites que se denominan Titania y Oberón; determinó las órbitas de seis satélites de Urano. Confirma la estructura estelar de la Vía Láctea, averigua el espesor y extensión de la misma. Construyó telescopios. Clasificó estrellas y nebulosas. Estableció la rotación de Saturno. Estableció la revolución de Marte, el achatamiento de Júpiter y su rotación.
Leverrier y Adams. Predicen la existencia de Neptuno por las perturbaciones que sufre Urano. El planeta es descubierto en 1846 en el Observatorio de Berlín.
Bessel. Deduce por las perturbaciones del movimiento propio de Sirio, la existencia de su compañera desconocida, que se observa en 1862.
En ésta época mejora la técnica instrumental y los métodos de medida, se introduce la fotografía y los fotómetros.
Edwin Hubble. (1889-1953). Da inicio a la Cosmología. En 1924 descubre 36 Cefeidas en “nebulosas espirales” (galaxias). En 1929 escribe “Una relación entre la distancia y la velocidad radial de las nebulosas extragalácticas”, una galaxia lejana, con mayor velocidad se aleja de nosotros –doble distancia-doble velocidad.
Bibliografía
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DUQUE ESCOBAR, Gonzalo (2003). Guía astronómica. Universidad Nacional de Colombia. Manizales. 2019.
FERRIS, Timothy. La aventura del universo. Editorial Crítica. I.S.B.N.: 84-8432-005-7. Barcelona. 1999.FERNÁNDEZ CASTRO, Telmo. La construcción de los cielos. Espasa Minor. I.S.B.N.: 84-239-6488-4. Madrid. 2000.
HATHAWAY, Nancy. El Universo para curiosos. Editorial Crítica. I.S.B.N. 84-7423-770-X. Barcelona. 1996.
Torres Arango, Claudia (1007). Astronomía en la Edad Media y en el Renacimiento. Contexto en Astronomía. U.N. de Colombia.
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