lunes, 17 de mayo de 2010
EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA BIODIVERSIDAD
Por Gonzalo Duque-Escobar
Este 22 de mayo de 2010 se ha de conmemorar el Día Internacional de la Biodiversidad, un espacio que invita a sumarnos como país a un proyecto global importante para promover la comprensión pública de la Biodiversidad y su relación con la sociedad e importancia para el desarrollo sostenible: Colombia como país biodiverso, debe comprender el valor incalculable y estratégico de nuestro recurso genético, ecológico y biogeográfico, dado que en términos de biota estamos considerados como uno de los países más ricos del planeta, gracias a un mega-patrimonio natural que por su nivel de endemismo y de concentración de especies, apenas resulta sobrepasado por Brasil, país cuyo territorio es más extenso.
Este asunto que tiene singular importancia cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamó Año Internacional de la Diversidad Biológica en 2010, para buscar la atención internacional al problema de la pérdida continua de la biodiversidad, toma mayor relevancia si se considera que globalmente sufrimos el impacto asociado a la sobreexplotación de los recursos naturales como consecuencia de un creciente y desmedido consumo con el cual se impulsa, no solo a la destrucción de ecosistemas para la expansión y contaminación del medio paranatural, sino también al desequilibrio ecológico causado por acciones directas e indirectas de naturaleza antrópica, entre las que estaría la fatal componente humana del calentamiento global.
Que ese día por lo menos empecemos a formularnos preguntas sobre el significado, la importancia y el alcance del término biodiversidad, sobre sus orígenes y sobre las causas y consecuencias de la perdida de especies, de genes y de ecosistemas; pero también sobre las acciones urgentes inspiradas en un nuevo modelo de carácter biocéntrico que logre revertir, entre otros factores, la tendencia progresiva que ha surgido de un enfoque antropocéntrico, francamente equivocado y reduccionista, del desarrollo. Y para nuestro caso, posiblemente, si la fragilidad de nuestro medio biótico natural se relaciona, entre otros, con la falta de capacidad institucional, entonces cabría proponer desde este espacio: redefinir la jurisdicción de las corporaciones autónomas a partir de ecoregiones, y no de departamentos por ejemplo, para facilitar una mejor administración y eficaz gestión de la autoridad ambiental en Colombia.
Desde el OAM, Ed. Circular RAC 563 Mayo-2010
http://www.manizales.unal.edu.co/oam_manizales
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Imagen en: www.bichoscolombia.com
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